Siempre sentí que estaba de paso. Ahí y en todos esos lugares por los que transito. Siempre en movimiento, como esas aves que emigran en busca del calor de un hogar que varía en cada estación. Y, sin embargo, sigo ahí, esperando en esa estación a que llegue mi tren, aunque en este caso no haya nadie a quien esperar porque mi corazón no forma parte del equipaje preparado para este viaje.
A veces, como ahora que intento ordenar las ideas y las sensaciones que he ido recopilando como si fuesen cuentas de un mismo collar o las piedras de mi mochila. Me cuestiono si dentro de un tiempo, cuando la novedad deje de serlo y esta aventura pase a ser un juguete viejo olvidado en algún rincón de la memoria, habrá supervivientes.
A veces, como ahora que intento ordenar las ideas y las sensaciones que he ido recopilando como si fuesen cuentas de un mismo collar o las piedras de mi mochila. Me cuestiono si dentro de un tiempo, cuando la novedad deje de serlo y esta aventura pase a ser un juguete viejo olvidado en algún rincón de la memoria, habrá supervivientes.
Y es que uno tristemente descubre que, con el paso del tiempo las veredas que no se transitan acaban llenándose de hierba y es difícil encontrar aquel viejo sendero que llevaba de una puerta a otra. Todo se olvida con el paso del tiempo.
Yo diría algo más aún. El silencio son puntos aparte en la vida. Y cuando pasamos página, no siempre uno sabe como continuar aquella conversación que un día brotaba sola y después hay que arrancarla a la fuerza. No es fácil entender que el valor de algunas cosas se debe a su característica efímera, y que la única manera de que algunas personas se queden en nuestras vidas, es dejándolas partir.
Yo diría algo más aún. El silencio son puntos aparte en la vida. Y cuando pasamos página, no siempre uno sabe como continuar aquella conversación que un día brotaba sola y después hay que arrancarla a la fuerza. No es fácil entender que el valor de algunas cosas se debe a su característica efímera, y que la única manera de que algunas personas se queden en nuestras vidas, es dejándolas partir.
viajes por el recuerdo
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