lunes, 9 de diciembre de 2019

Te sigo soñando




Abro las páginas de tu rostro en las universales letras. De tu mirada emerge la palabra que se expande, la palabra pura, círculos que matizan los sonidos, largas avenidas resonantes, ecos que rugen y palpitan en las desembocaduras, artificios de pupilas, cejas, iris amalgamados a la tesitura del amor, de las caricias, de la ternura incorregible y arrebatadora.
Me acerco… Y leo tus ojos. Libros que vocalizan, que nombran los temblores, que expanden la dulzura y la extienden en ligeras redes hasta acosar los mares, hasta posarse en el vértigo mismo de la tierra para sembrarla de vocales, para anidarla con la curvatura de diptongos, en las esdrújulas habitadas por quimeras, en los adjetivos onomásticos que cantan, que embellecen con su trino y copla el crisma de tu aroma. ¡He leído tus ojos! Capítulos de bronce, abrazos, resolana… ¡He leído tus ojos! Como la tarde o como un bosque, como la tinta que derrama la pluma entre los dedos, como la uva que sacrifica su figura y luego embriaga y acoge y dulcifica.
Volteo las páginas, las devoro, engullo sus tildes y montañas, escarbo sus comas con las uñas, interrogo a sus interrogantes y admiro, como un perro que mira a la luna en la ventana, el tono de tus verbos.

DESPEDIDA AL AÑO



Nos acercamos a los últimos alientos que nos otorga el año, a los caminos que, a lo largo de su transcurso, recorrimos y tenemos guardados en una zona recóndita del cerebro en la que se almacenan los recuerdos y que ahora viendo que se nos va de entre las manos, empiezan a discurrir los detalles como una moviola; resurgiendo los momentos, la fatiga de las pendientes que superamos en la famosa cuesta de enero y las paradas para el descanso veraniego; el color de los cielos y los infinitos matices de las hojas del año que se acaba.
En nuestro caminar por veredas y senderos, hemos ido atravesando. En esa película de los personales recuerdos, casi siempre en soledad y rememorando cuando el mes de diciembre va acabando.
Quiero felicitar a mis amigos que nos damos compañía en silencio, fuente donde emanan mis poemas y proyectos, con silencios y gritos de llantos callados, bebiendo de las ideas que vosotros inspiráis en el retorno a la cándida infancia que son su savia....
Gracias a todos vosotros quienes acompañáis a este caminante, a los que iniciasteis entusiasmados el camino y los que, en algún momento, desististeis.
A los que gozáis con mis palabras y a los que, por mi torpeza, hayáis llegado a detestarlas... Jamás caminé solo, todos sin excepción en algún momento transitasteis conmigo este año en “Un paseo por mi mundo” Aquí tenéis el enlace para el que lo quiera.


Para descargar el libro presionar en el enlace

Gracias, amigos míos, de corazón

Un gran abrazo y os espero en el umbral del próximo año

Mis cuatro referencias

Índice EPÍLOGO CAPÍTULO PRIMERO: Mis Recuerdos CAPÍTULO SEGUNDO: Mis Sueños CAPÍTULO TERCERO: Mis Temores CAPÍTULO CUARTO: Tu sonrisa     -M...