sábado, 19 de enero de 2019

LAS PUERTAS






A lo largo de tu vida van abriéndose y cerrándose puertas.
Puertas que se abren, puertas que encuentras, puertas que cierras,
puertas que no elegimos, que no deseamos que se abran,
otras que pedímos con todas nuestras fuerzas, muestren un halo de luz...
Pero cuando te cansas de mirar las puertas que no se abren, comienzas a caminar
y te encuentras con otras que si se abren y no lo sabias y las vamos transitando,
conociendo, oliendo, observando, viviendo.
Las cosas mas abundantes y mejores de la vida son gratis,
el disfrute de los sentidos no cuestan dinero
pero hay un lejano planeta dentro de nuestro universo
donde las personas son muy reacias de dar:
Sonreír, abrazar, apreciar, agradecer, pedir perdón, prestar atención.

martes, 4 de septiembre de 2018

ACABAR CON EL PASADO



ACABAR CON EL PASADO

Ya no existen primaveras.
Ni paseos por aceras, en el pueblo del recuerdo.
Ese que en mi mente tengo, recuerdo de viejas quimeras

Ya no existe sentimiento.
Ni motivos de abatimiento, al recordar tus plazuelas.
Pintarlas en acuarelas, y dejar volar con el viento

Ese recuerdo, ese sueño
Vivido siendo pequeño por callejas de la vida
Alguna vez maldecido y recordado con empeño

Mis recuerdos he pintado
Y al son los he acompasado de alguna buena poesía
Acompañada de rebeldía, del recuerdo y del pasado

Más tengo que meditar.
Y mis recuerdos juntar, y meterlos en un saco
Con el pasado lo empaco. Ato fuerte y lo arrojo al mar

lunes, 3 de septiembre de 2018

Amanecer



Hoy me levanto contento, tengo un pensamiento
Desde mi balcón asomado, algo mis ojos divisan
Unas luces tenues, rojizas alteran mi sentimiento.
Se ven a lo lejos, muy lejos y parece que avisan.
Aclarándose el rojo y alterando la luz y la brisa.
Con la inmensa hoguera iluminando el cielo...
Difuminándose mezcla rápido con sentimiento
Dando luz azul y clara y mezcla de pensamientos
Para dar paso al amanecer del puro anhelo.

EN UN JARDÍN PERDIDO

EN UN JARDIN PERDIDO



Enclavado en la falda de un monte
Dedico con paciencia un suspiro
Al pensamiento de abstracción contenida
En la figura de un Edén que ya he perdido.

Observo la frondosidad de sus jardines
En mis paseos solitarios matutinos,
Y en compañía de la brisa mañanera,
Con el roce en mi piel, parece hablar conmigo.

Acompasando mí paseo por sus caminos
De veredas olvidadas por antiguos campesinos
Que en su día, transitaban para llegar a su destino.
Caminos ocultos de Rosales y Acacias
Sendas cubiertas por Jara y Tomillo.
Allí me encontraba, en mi jardín perdido

miércoles, 29 de agosto de 2018

El sonido del silencio

Siempre sentí que estaba de paso. Ahí y en todos esos lugares por los que transito. Siempre en movimiento, como esas aves que emigran en busca del calor de un hogar que varía en cada estación. Y, sin embargo, sigo ahí, esperando en esa estación a que llegue mi tren, aunque en este caso no haya nadie a quien esperar porque mi corazón no forma parte del equipaje preparado para este viaje. 

A veces, como ahora que intento ordenar las ideas y las sensaciones que he ido recopilando como si fuesen cuentas de un mismo collar o las piedras de mi mochila. Me cuestiono si dentro de un tiempo, cuando la novedad deje de serlo y esta aventura pase a ser un juguete viejo olvidado en algún rincón de la memoria, habrá supervivientes. 

Y es que uno tristemente descubre que, con el paso del tiempo las veredas que no se transitan acaban llenándose de hierba y es difícil encontrar aquel viejo sendero que llevaba de una puerta a otra. Todo se olvida con el paso del tiempo. 

Yo diría algo más aún. El silencio son puntos aparte en la vida. Y cuando pasamos pagina, no siempre uno sabe como continuar aquella conversación que un día brotaba sola y después hay que arrancarla a la fuerza. No es fácil entender que el valor de algunas cosas se debe a su característica efímera, y que la única manera de que algunas personas se queden en nuestras vidas, es dejándolas partir. 

Escribir es la única manera que conozco para rescatar recuerdos del olvido, momentos e instantes que fueron eternos al menos mientras los vivimos. Pero las contradicciones afloran también aquí: ¿Es lícito atesorar esos momentos que sólo nos pertenecen a medias? 

Quizá por eso olvido nombres, lugares e incluso el argumento de la historia, y me quedo con ese algo que me transmitieron… aunque no siempre es eso posible. 

La memoria es una joven caprichosa que sólo guarda lo importante para ella, el resto lo envuelve con papel de niebla y lo regala al olvido. 

No somos tan diferentes unos de otros. Aunque vistamos ropas distintas bajo ellas se esconde un perfil de soledades, de momentos en los que la vida parece pasar de largo y uno no puede dejar de pensar si ese tren que se borra en el horizonte era el suyo y lo ha perdido definitivamente. Es entonces, cuando el sabor agridulce de las cosas aflora, cuando la voz de nuestra conciencia se bate en duelo con la ansiedad y uno rebusca en los bolsillos de su existencia, un poco tranquilidad y cordura.


domingo, 3 de septiembre de 2017

Doble experiencia recibida

CAPITULO SEGUNDO

Itinerario, Doble experiencia recibida

Casi sin darme cuenta el sol se escondió en el horizonte para volver a aparecer unas pocas horas después. Seguía siendo miércoles y aún me quedaba por ver la segunda puesta de sol del día.

En esa tesitura me encontraba yo en mi retrasado viaje. Estaba sobrevolando los 10000 Km que me separaban de mi hogar, mi viaje a Australia estaba a punto de comenzar y al mismo tiempo que acababa de leer uno de los libros que me llevé: "Boomerang: viaje al corazón de Australia" de Xavier Moret. En su última página cuenta la creencia de que si te llevas un boomerang de Australia algún día volverás.

Y es verdad, yo tengo un boomerang colgado en el pasillo de mi casa y he vuelto. He vuelto porque había dejado varias cuentas pendientes: Un monolito perdido en el centro de Australia; el Outback, un desierto de meditación y encuentro con uno mismo y con la naturaleza; y la cultura aborigen, que tanto me atraía desde hacía tiempo. Y todo ello se encuentra en Ayers Rock, o lo que es lo mismo, en Ulluru, que en la lengua aborigen significa “Valle del Doble Atardecer”. Allí se producen atardeceres y amaneceres con dos "soles", y no se trata de ciencia-ficción.

Han realizado descubrimientos de interés a este respecto, en su búsqueda sistemática de sistemas de este tipo. Y desde entonces se ha puesto de manifiesto una diversidad inesperada de sistemas planetarios, la mayoría de ellos muy distintos al Sistema Solar conocido en la actualidad. Todo el espectador que contempla. Tanto el horizonte como el lago y las distintas montañas, van cambiando de color a medida que sale el Sol o se oculta al atardecer… Simplemente se sientan y miran con asombro la maravilla que tienen delante.

Mi doble Amanecer

Prólogo

Abro mis ojos… Y te veo. Redescubro la inmensidad, geografías secretas, latitudes de incógnita belleza, magnas periferias en minúsculos espacios, tórridos paisajes que producen doble experiencia, doble vivencia y doble sentimiento, con idéntica belleza, como los atardeceres y amaneceres con dos "soles", y no se trata de ciencia-ficción… Deslumbran… Y yo me embeleso absorto, observando un Doble Atardecer.

Abro las páginas de tu rostro en las universales letras. De tu contemplación, emerge la palabra que se expande, la palabra pura, círculos que matizan los sonidos, resonantes, ecos que rugen y palpitan en las desembocaduras, artificios de pupilas, cejas, iris amalgamados a la tesitura de un Doble Atardecer, de las caricias, de la ternura incorregible y arrebatadora.

Me acerco… Y leo tus ojos. Libros que vocalizan, que nombran los temblores, que acuerpan la dulzura y la extienden en ligeras redes hasta acosar los mares, hasta posarse en el vértigo mismo de la tierra para sembrarla de vocales, para andarla con la curvatura de diptongos, en las esdrújulas habitadas por quimeras, en los adjetivos onomásticos que cantan, que embellecen con su trino y copla el crisma de tu aroma.

¡He leído tus ojos! Capítulos de bronce, abrazos, resolana… ¡He leído tus ojos! Como la tarde o como un bosque, como la tinta que derrama la pluma entre los dedos, como la uva que sacrifica su figura y luego embriaga y acoge y dulcifica.

Volteo las páginas, las devoro, engullo sus tildes y montañas, escarbo sus comas con las uñas, interrogo a sus interrogantes y admiro, como un perro que mira a la luna en la ventana…Y observo el Doble Atardecer



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META POESIA DE MI PUEBLO

    Meta poesía de mi pueblo     En algún rincón de este mundo   donde el viento susurra historias antiguas,   se encuentra Baena… Mi pueblo...