No me tomes
por costumbre.
Ni por
supuesto ni por descarte.
Tómame por
sorpresa, como un amor inevitable
en una
inesperada noche de verano.
como un
sueño que aparece…se vive y desvanece
y cada noche vuelve a tómame con ansias,
como toma la
tierra un aguacero en la sequía,
inesperadamente
esperado
y recibido
con los brazos abiertos.
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