DE QUE VALE
¿De que vale un rostro? Si lo que importa es la esencia.
¿De que vale un perfil? Si cualquiera lo puede fingir.
¿De que vale una visión? Si lo que llega es el corazón.
¿De que vale hablar por hablar?
Si con solo una palabra la orbita de la vida puede cambiar.
¿De que vale la compañía si igual la ausencia se hace notar?
La soledad no es mala amiga cuando se necesita hallar la paz.
¿Un abrazo sin sentir? No tiene razón de existir…
¿Una mirada sin profundidad? Es no ver el reflejo de la luna en el mar.
¿La vejez sin sensatez? Es como la estupidez jugando ajedrez…
¿De que vale la sabiduría? Sino se reconoce el error…
¿De que vale la misericordia? Sino hay perdón...
¿De que vale escribir? Sino hay lector que se identifique con la creación…
¿Qué cambia si mi sombra se refugia en la oscuridad?
Si cuando llegue su hora de brillar, ni el sol la podrá opacar.
¿De que te sirve saber quien soy?
Si mi alma no se llega a ver, y es la mejor parte de mí ser.
DESDE EL OTRO LADO
Me cerraron todas las puertas abstractas y necesarias.
Corrieron las cortinas de todas las ventanas a mi paso.
Desperté en la misma vida en que me había dormido.
Hasta mis sueños se sintieron falsos al ser soñados.
No sé que destino o futuro compete a mi angustia sin timón;
No sé qué islas del imposible Sur me aguardan;
O qué inspiración me dará al menos un verso.
Ondeando al conjunto ficticio de los cielos estrellados,
El esplendor de la falta de sentido de la vida...
¡Tocad mi marcha fúnebre en cualquier verbena!
Quiero cesar sin consecuencias...
¿De que vale un rostro? Si lo que importa es la esencia.
¿De que vale un perfil? Si cualquiera lo puede fingir.
¿De que vale una visión? Si lo que llega es el corazón.
¿De que vale hablar por hablar?
Si con solo una palabra la orbita de la vida puede cambiar.
¿De que vale la compañía si igual la ausencia se hace notar?
La soledad no es mala amiga cuando se necesita hallar la paz.
¿Un abrazo sin sentir? No tiene razón de existir…
¿Una mirada sin profundidad? Es no ver el reflejo de la luna en el mar.
¿La vejez sin sensatez? Es como la estupidez jugando ajedrez…
¿De que vale la sabiduría? Sino se reconoce el error…
¿De que vale la misericordia? Sino hay perdón...
¿De que vale escribir? Sino hay lector que se identifique con la creación…
¿Qué cambia si mi sombra se refugia en la oscuridad?
Si cuando llegue su hora de brillar, ni el sol la podrá opacar.
¿De que te sirve saber quien soy?
Si mi alma no se llega a ver, y es la mejor parte de mí ser.
DESDE EL OTRO LADO
Me cerraron todas las puertas abstractas y necesarias.
Corrieron las cortinas de todas las ventanas a mi paso.
Desperté en la misma vida en que me había dormido.
Hasta mis sueños se sintieron falsos al ser soñados.
No sé que destino o futuro compete a mi angustia sin timón;
No sé qué islas del imposible Sur me aguardan;
O qué inspiración me dará al menos un verso.
Ondeando al conjunto ficticio de los cielos estrellados,
El esplendor de la falta de sentido de la vida...
¡Tocad mi marcha fúnebre en cualquier verbena!
Quiero cesar sin consecuencias...
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