domingo, 23 de marzo de 2025

Un viaje a través de la poesía

 

Palabras al viento

Prefacio

Las palabras pueden ser como el viento: suaves y acariciantes, o poderosas y estremecedoras. Este poemario busca capturar la esencia de esos momentos en los que las palabras se transforman en brisas que nos llevan a otros lugares y tiempos. Bienvenidos a "Palabras al viento".

La danza de las hojas

Las hojas caen en suave danza

susurrando secretos antiguos,

el viento las guía en su trance

como almas libres en el ocaso.

Cada hoja un verso perdido,

cada ráfaga una melodía,

y en su vuelo, un suspiro,

una historia, una fantasía.

Susurros del mar

El mar ruge y canta su canción

con voces que vienen y van,

susurra al viento con pasión

sus historias de la luna y el sol.

En cada ola, un poema escondido,

en cada espuma, un sueño fugaz,

y el viento, amante eterno,

lleva sus susurros al más allá.

Vientos de nostalgia

El viento trae recuerdos

de tiempos que ya se fueron,

susurra nombres y sueños

de corazones que se perdieron.

Cada brisa es un eco

de risas y lágrimas pasadas,

y en su suave murmulló

lleva nostalgia entrelazada.

Tormenta de emociones

El viento se convierte en tormenta

cuando las emociones desbordan,

ruge con fuerza y lamento,

como corazón que se ahoga.

Cada ráfaga un grito,

cada soplo un dolor,

y en su furia desmedida

lleva lágrimas y amor.

Epílogo

Las palabras al viento han volado y se han posado en cada rincón del alma, dejando una huella indeleble en el corazón. Este poemario es un testimonio de la belleza y el poder de las palabras, capaces de convertir el viento en poesía eterna.

El viento, en su danza eterna, acaricia las hojas de los árboles y hace cantar a las aves con melodías que solo el alma puede entender. Cada poema es un susurro que llega a lo más profundo del ser, despertando memorias dormidas y sueños olvidados. Este viaje poético nos invita a sumergirnos en los misterios del viento, en su capacidad de transformar la rutina en magia y la tristeza en esperanza. Así, las palabras se convierten en alas que nos llevan a mundos desconocidos, donde el viento es el guardián de los secretos más hermosos.

Poemas del viento

Susurros del viento

El viento me trae palabras

que el alma quiere escuchar,

entre murmullos y hojas,

se esconde un viejo cantar.

El canto del viento

En la madrugada quieta,

cuando el sol decide nacer,

el viento canta suave,

narrando historias de ayer.

Alas del viento

Con sus alas invisibles,

viaja el viento sin cesar,

lleva sueños y esperanzas

a donde quiere llegar.

 

lunes, 29 de julio de 2024

META POESIA DE MI PUEBLO

  

Meta poesía de mi pueblo 

 

En algún rincón de este mundo 

donde el viento susurra historias antiguas, 

se encuentra Baena… Mi pueblo. 

 

Cada callejuela guarda un verso oculto,  

cada piedra es testigo del paso del tiempo  

y el poeta halla su voz en cada rincón. 

  

El canto de aves corraleras y cantarinas, 

suenan en las primeras luces del alba 

escribiendo sobre sus campos dorados, 

 

La pluma los recorre narrando leyendas 

y sus olivos, en el silencio sabio, 

donde el canto de las aves se mezcla 

 

en leyendas de raíces profundas, 

con el eco de mis pensamientos antiguos 

despido el último rayo del crepúsculo 

con diálogo eterno entre naturaleza y hombre. 

 

Cada casa blanca, cada balcón florecido, 

es un verso que se escribe y se borra 

con el vaivén de los barrios en sus paseos 

por el ciclo infinito de los recuerdos. 

 

En cada madrugada, los panaderos, 

con manos hábiles y corazón sencillo,   

amasan no solo harina y agua,   

sino también sueños y memorias,   

 

cociendo en sus hornos, los aromas de la infancia,   

versos dorados que despiertan al alba. 

Y en la plaza del mercado bullicioso y colorido 

un crisol de miradas y encuentros,   

 

se convierten en el escenario de mil historias,   

cada conversación, un renglón nuevo,    

que añade música al poema de la vida. 

 

Igual que una metáfora del mundo, 

donde las voces y los olores se entrelazan 

como las estrofas en un poema. 

 

En las calles empedradas en el barrio 

de la Almedina y junto a la muralla, 

las huellas de generaciones pasadas 

dibujan un mapa de historias no contadas, 

donde cada esquina guarda un secreto. 

 

 

Y en las tardes de verano, al salir la luna, 

cuando el sol se recuesta en el horizonte, 

los ancianos, sabios guardianes del tiempo,   

 

comparten relatos de épocas pasadas,   

con sus palabras, hilos de oro y plata,  

tejen la trama invisible del recuerdo 

y los faroles iluminan los senderos 

con una luz cálida y nostálgica, 

de las noches estrelladas, 

 

manto de terciopelo sobre el pueblo,   

invitan al soñador a contemplar el infinito,   

a buscar en el cosmos respuestas y versos,  

  

mientras la luna, musa silenciosa,   

inspira serenatas y sonetos en su honor, 

como un poema que brilla en la oscuridad, 

revelando la belleza en lo cotidiano. 

 

Su parque, corazón verde del pueblo, 

es un libro abierto de vida y tiempo, 

donde los niños juegan y ríen, 

como versos libres en un poema. 

 

Los bancos de hierro, desgastados por los años, 

acogen a los soñadores y los amantes, 

testigos silenciosos de confesiones y promesas, 

páginas vivas en la memoria del lugar. 

 

El estanque en su rincón frondoso, 

refleja el cielo y los sueños, 

un espejo de aguas tranquilas, 

donde los pensamientos flotan ligeros, 

como palabras esperando ser escritas. 

 

Y así, es mi pueblo, en su sencilla grandeza,   

fuente inagotable de inspiración, 

donde cada rincón es una estrofa 

y cada vida, un poema por descubrir. 

 

Y aquí, entre sus calles y su gente 

se convierte en el lienzo y la pluma,   

en la tinta y el papel, donde la poesía 

 

se entrega a la vida, en un abrazo eterno,   

y escriben juntos, la obra de la existencia. 

Dibujando juntos en el lienzo de la eternidad. 

 

 

 

Un viaje a través de la poesía

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