Lo hacía en verano, en mis noches de descanso vacacional
En el lugar donde habito en villa tijera un hermoso lugar
Tranquilamente reposo en la hamaca, en la noche placida de la añoranza.
Con un whisky en una mano, una rosa en la otra mano y una esperanza,
a mi lado mi mujer que me hablaba, como siempre de nuestros hijos,
de lo tranquila que se encontraba.
Me tumbo en la hamaca, con la cabeza apoyada y los ojos
Fijos en el horizonte, contemplando las estrellas fugaces
La noche estrellada está limpia y la luna llena alumbraba.
El cielo lleno de estrellas, y en cada una veo sus caras.
Sus sonrisas, sus miradas, los destellos de las estrellas como guiños que me daban,
los perseguía con mi mirada y ellos por el firmamento se desplazaban,
Pretendiendo escabullirse de mi mirada.
los silencios...serán bálsamos derrotados en las esquinas anchurosas de los cielos