¡Y cómo no!
No sé… si está bien, contar en primera persona sobre esos miedos,
pero son ciertos y reales, así que sepan que no es “tan fácil”. –
En fin - llegó el día, y yo me encontraba sentado en el banco del parque
con la mochila al hombro… La otra mochila… La del sentimiento
No sé… si está bien, contar en primera persona sobre esos miedos,
pero son ciertos y reales, así que sepan que no es “tan fácil”. –
En fin - llegó el día, y yo me encontraba sentado en el banco del parque
con la mochila al hombro… La otra mochila… La del sentimiento
¡Y cómo no!...
La llevo preparada para cargarla de recuerdos y vivencias y ahí van los primeros.
caigo, me levanto, observo , me observan , comparto y reparto emociones
en frascos pequeños, risas y llantos, abrazos y quizás, sueños.. realidades e intrigas
vividos por caminos solitarios y veredas polvorientas de sueños y quebrantos.
¡Y cómo no!..
Compartir mis ilusiones, de la experiencia recibida, de esa vida vivida,
Tal vez algunos hayan triunfado en la vida material, tendrán fortuna y propiedades
Haciendas, patrimonio y amistades y una cuenta en el banco con el debe a su favor.
¡Y cómo no!...
A todos los estoy esperando, sentado en el banco del parque, meditando
Algunos, quejándose de su salud, otros alardeando de sus triunfos... Y la mayoría
De la mano que algún nieto, de algún familiar o llevado por algún Auxiliar.